5/21/2009

Intereconomía entra en el Club Bilderberg


El ministro de Asuntos Exteriores Miguel Ángel Moratinos participa en la conferencia anual del selecto y secreto Club Bilderberg. El diablo y un espectacular despliegue de seguridad presiden las reuniones. Un equipo del departamento de Investigación de Intereconomía ha conseguido entrar en el hotel, burlar las medidas de seguridad y grabar a varios de los miembros secretos del Club Bilderberg.

Una estatua de bronce de Lucifer, el ángel caído, preside el edificio donde se reune este año el secreto y misterioso Club Bilderberg, un selecto grupo formado por los hombres más poderosos del mundo para debatir y tomar decisiones políticas y económicas que afectan a toda la humanidad. En esta ocasión los Bilderberg han elegido el lujoso complejo hotelero Astir Palace, en Vouliagmení, 20 kilómetros al sur de Atenas, para celebrar su conferencia secreta, en la que uno de los principales temas a tratar es la crisis económica mundial.

A pesar de que la lista de invitados es uno de los secretos mejor guardados, hemos podido saber que dos influyentes personalidades españolas han asistido a la reunión. La primera de ellas es el ministro de Asuntos Exteriores Miguel Ángel Moratinos, quien ha sido invitado a formar parte del Club por primera vez. La segunda podría tratarse de la Reina Doña Sofía, que ha estado presente en la reunión de los Bilderberg de los últimos 10 años y cuya presencia ha sido confirmada por varios miembros del staff del hotel. Aunque también podría tratarse de un empresario español, ya que desde el pasado jueves un lujoso jet de la compañía privada Gestair espera en la zona vip del aeropuerto ateniense.

Las medidas de seguridad que protegen estos días aquí en Grecia al Club Bilderberg son espectaculares. Helicópteros de la polícía, lanchas y patrulleras de la marina griega, miembros del sevicio secreto de una veintena de países, militares, antidisturbios, y más de 300 agentes y mandos de la policía impiden que nadie cruce el perímetro de seguridad. Nadie puede acercarse. Por mar, tres zodiacs de la marina y una patrullera vigilan el acceso al enclave. Miembros armados de la marina impiden el acceso por la costa.

Por tierra, un control policial corta la carretera al hotel tres kilómetros antes de la entrada, en la que media docena de agentes registran todos los vehículos. Un fotografo inglés fue interceptado por la policía mientras intentaba fotografiar el recinto desde el exterior. Casi pierde la cámara. Tras discutir con los agentes consiguió recuperarla. Las fotos se habían terminado.

La tarde del viernes un centenar de manifestantes del partido comunista griego protestaban en el exterior, mientras que dentro del recinto medio centenar de hombres armados reforzaban el acceso. Cualquier extraño en el hotel es sospechoso. Los pocos clientes que han conseguido habitaciones son sometidos a un exhaustivo registro antes de entrar. Las cámaras son miradas con recelo y el sistema de acreditaciones impide que el personal o los clientes del hotel accedan a las inmediaciones del Westin Atenas, un edificio independiente y semienterrado dentro del complejo hotelero en el que durante estos días los Bilderberg celebran sus reuniónes. El personal del hotel no está autorizado a hablar de lo que está pasando. Está prohibido hablar de ello con los clientes afirman desde la recepción.

Hay políticos de todo el mundo, incluso españoles asegura un camarero. Y es que cualquier precaución es poca, a alguien se le olvidó retirar el distintivo de este coche que revela la nacionalidad española de un invitado. Una sola foto y el coche fue retirado del parking y escondido en una zona escondida. A pesar de ello, hemos llegado hasta la puerta. Gracias a una cámara oculta hemos conseguido grabar la entrada de varios de los exclusivos Bilderberg, sus comidas de negocios y alguna de sus reuniones…